Ad(opción)
- Lii.
- 12 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Fueron los siete minutos mas tristes y confusos. Me quedé hasta del final del video, y aun luego de escuchar todas sus razones, yo no pude concebir la decisión de su devolución. El niño de cuatro años proveniente de China, al cual habían elegido como hijo cuando solo era un bebe ─en un proceso de adopción─ estaba siendo devuelto.
En términos profesionales, esto lleva el nombre de ''adopción fallida''. Las adopciones suele fracasar por diversos motivos, y las consecuencias para padres e hijos son muy difíciles de solventar. Sin embargo, sucede: cuando la convivencia es insostenible o las expectativas son insuperables, se produce una adopción fallida. Se considera que la causa-efecto de estas, tienen el mismo impacto doloroso al de abandonar a un hijo biológico.
Esto me llevo a leer muchas historias de adopciones fallidas, algunas frívolas y otras desgarradoras. Con esto, no quiero darte una mala perspectiva sobre la adopción. Existen historias hermosas; me parece increíble tener la oportunidad de ser el medio que Dios use para cambiarle la vida a alguien que no tenia esperanzas o simplemente no se sentía tan bueno/a y suficiente por haber sido abandonado.
Seguramente viste la película «Lion», sino lo has hecho, por favor acepta mi recomendación. Es una historia basada en hechos reales. Una pareja de australianos, adopta dos niños provenientes de India. La experiencia con el primer niño fue maravillosa; con el segundo, fue compleja y díficil, él venia con muchos traumas psicológicos... pero en el corazón de esos padres jamás cruzó la idea de devolución. ¿Resolvió acaso esto las dificultades que les tocó enfrentar con su hijo? No. Aún siendo adulto les dio muchos problemas, solo el amor hacia él, los sostuvo como familia.

Te comparto esto, porque no puedo dejar de pensar en la historia mas impresionante de adopción registrada en la biblia. El término «hijos de Dios», no seria posible sin un proceso de adopción. El libro de Gálatas 4: 4-6, lo describe de esta manera:
''Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley. Dios lo envió para que comprara la libertad de los que éramos esclavos de la ley, a fin de poder adoptarnos como sus propios hijos; y debido a que somos sus hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestro corazón, el cual nos impulsa a exclamar «Abba, Padre». Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.''
En la historia de la humanidad jamás se había registrado el concepto de ver a Dios como un Padre. Fue hasta que Jesús, su Hijo, aparece en la tierra, que nos da a conocer que hay una relación mas profunda y cercana con El. No hay relación mas cercana e íntima que la de padres a hijos. Así que, la expresión ''adoptarnos como sus propios hijos'' es una de las marcas de amor mas poderosas que existe. Este proceso de adopción no nos desvirtualiza, somos tan hijos de Dios, como Jesús. El Padre nos ama tal cual. Tenemos los mismos beneficios, herencias y deberes.
Mejor aún, no existen adopciones fallidas en El. No eres «descartable o devolvible». No es que porque vienes a El con dificultades, herido, roto, defectuoso, con un sin fin de problemas emocionales, pscicologicas, morales... que un día despertará y dirá ''Ya no puedo mas, voy a devolverte y colocarte en otra familia''. Dios es de elecciones eternas. No eres mas solo una ad(opción), desde el día que recibiste a Jesús en tu corazón, eres su hijo y elección eterna.
Hoy me siento tan agradecida: soy su hija y me ama. Eres su hijo/a y te ama.
¡Te abrazo!
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