Cuando la paciencia es la mejor opción.

La semana pasada te mencioné que el agua es una necesidad, no una opción. Bueno, cuando hablamos de la paciencia, puedes elegir, entre ser paciente o ser impaciente.

• La mayor parte de las veces, elegimos ser impacientes. Eso si que es un problema, si tomamos en cuenta que tenemos un Dios que trabaja en un tiempo p e r f e c t o.

La impaciencia no es más que la falta de saber esperar. Esto nos lleva a adelantarnos, buscar alternativas o atajos para de alguna manera obtener eso que tanto deseamos y que no termina de llegar a nuestra vida. Exactamente eso, que tanto queremos para ''¡YA!''.

Justo esta semana, platicaba con un amigo y él me decía ''Lili —el suele llamarme así— quizás yo ya no debería estar orando por esto''. ¡Cuántos no hemos dicho eso alguna vez! Es mas fácil ser paciente cuando estas esperando por algo y ocurre en unas horas o en un día; pero, qué cuando pasan semanas? ¿meses? ¿años? y aun no ocurre nada. ¿No será que pensamos en un plan b, en un atajo o en desistir? En nuestra mente finita pasa la idea de darle una ''ayudita'' a Dios o de no volver a insistir en eso.

Quiero decirte lo mismo que le dije a él: «¿¡y si este es el día!? ¿¡y si esta es la oración!? ¡No te canses!». De eso se trata la fe: persistir. El remedio contra la impaciencia es la fe. Entre sus muchos sinonimos, me encanta estos tres: confianza, seguridad y esperanza. Dios nos hace una invitación, que en medio de nuestras «esperas que desesperan», tengamos fe: confiemos en El, tengamos seguridad en El y que nuestra esperanza sea El.

''Salmos 33:20-22, Nosotros ponemos nuestra esperanza en el Señor; él es nuestra ayuda y nuestro escudo. En él se alegra nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu amor inagotable nos rodee, Señor, porque solo en ti está nuestra esperanza''.

—La paciencia es tu mejor opción, porque aunque algo este tardando en llegar a tu vida, puedes tener esa fe plena, que si estas esperando en la presencia de Dios: El hará. (Salmos 37:5)

¡Te bendigo y te abrazo!