¡Tienes todo el derecho!

Hay cosas en la vida que son relativamente sencillas y fáciles de hacer, como comer —además de que es delicioso, es tan fácil comer, que por esa razón muchos tenemos libras de más. Enojarse o sonreir, es otro ejemplo —para algunos, hacer una es mas fácil que la otra— pero no cuesta mucho esfuerzo.

Ahora bien, hay cosas que son un poco más complicadas y que requieren mayor esfuerzo porque no son tan fáciles de obtener o hacer, por ejemplo: obtener un título universitario, un buen empleo, edificar una familia o un ministerio, las relaciones de pareja, alcanzar sueños, bajar de peso, entender a las mujeres y así sucesivamente...

Pero es bueno, que no todo en la vida sea fácil, sino, muchas de las cosas que tenemos no tendrían el valor que merecen. ¿No es verdad que, todo aquello que te ha costado esfuerzo, lágrimas, desvelos, sudor, dolor —tiene un valor especial para ti? El asunto es, ¿qué hacer con eso que te ha costado tanto? Por experiencia, sostenerlo en mis manos no ha funcionado, tarde o temprano lo he perdido o se ha dañado; eso me ha llevado a buscar un lugar más seguro. ¿Te parece si vemos Juan 12?

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En este pasaje encontramos a María de Betania, la cual tenia algo de mucho valor: un perfume. ''¿Solo eso? ¿eso es todo ''un perfume?'' podrás pensar; pero para ella significaba tanto. María decide tomar eso costoso y derramarlo a los pies de Jesús (v.3). No vertió gotitas. Sino el frasco completo, tanto ''que toda la casa se llenó con el olor del perfume''. No lo dejó caer en el suelo o se lo quedo en sus manos, donde se desperdiciaría, sino que lo vertió en los pies de Jesús, donde ella sabia que seria apreciado.

Y aparece Judas diciendo, v.5: —¡Mejor se hubiera vendido este perfume! Nos habrían dado el dinero de trescientos días de trabajo, y con él podríamos haber ayudado a los pobres'' —esta no era la verdadera intención de Judas. Este personaje es el claro ejemplo de aquellos que son ladrones, que cuando ven que pierden la oportunidad de sacar provecho de algo, critican.

Nadie tiene derecho a decirte qué hacer con eso que te costo tanto. Porque es tuyo. Te pertenece.

Pero, ¡tienes todo el derecho de vertirlo a los pies de Jesús!

Siempre habrá algún Judas que dirá: ''Podrías invertir eso que te costo tanto en algo mucho mejor'', ''te costo tanto tiempo y esfuerzo como para que se lo entregues a Jesús'', ''No lo vale'', etc. Recuerda esto: es un ladrón. Esta tratando de robarte ese costoso tesoro. ¡Por favor no lo escuches!

¡Que nada ni nadie te impida entregarle todo lo valioso que tienes en tu vida a Jesús!

¡Te bendigo y te abrazo!