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La niña en la sala del hospital...

  • Lii.
  • 5 abr 2018
  • 3 Min. de lectura

Por lo general los días martes tengo muchas expectativas hacia Dios. Durante un par de años, hemos estado visitando el Hospital Atlántida, llevando el amor de Jesús a ese lugar y hemos sido testigos de muchos milagros allí ―es la razón de mis expectativas. Ese martes desperté a las 8:30am. Desayuné ―cosa que no acostumbro. Luego mientras me preparaba para ir al hospital, revisé mi teléfono para verificar que sala visitaríamos y decía nuestra líder: sala de niños. Amo los niños ―es imposible no escuchar a Dios en la sonrisa de un niño― por lo que oré y mis expectativas aumentaron, sabia que Dios iba a hacer algo maravilloso.


Llegamos al hospital. Nos divieron en grupo de tres y entramos al área de niños ―¡gracias a Dios el área estaba casi vacía!. Con mi equipo entramos a una sala que estaba cerca de donde realizan los tratamientos para los niños que luchan contra el cáncer. Al entrar, observé que solo habían 4 niños: tres de ellos eran varones y solo una niña. Tenían edades de entre 5-7 años. Muy entusiasmada comencé a hablar con ellos, dije: ''-Quiero que conozcan a mi mejor amigo. Además de amarme mucho, ¡es muy poderoso!. - ¿Igual que Superman? ― dijo uno de ellos. - ¡Mejor que Superman! ¡Se llama Jesús! ―dije― y también quiere ser su amigo.''


Continué contando la increíble historia de Jesús y todos ellos me miraban con ojitos alegres. Cuando terminé, les pregunté si querían a Jesús en sus corazones, a lo cual dijeron que si; comencé a hacer la oración de fe con ellos pero la voz que más se escuchaba en ese salon era la de la niña ―ella solo tenia 5 años― todos los adultos que estábamos allí quedamos conmovidos de escucharla. Luego, cada una del equipo nos separamos para orar en cada camilla. Me dirigí a la camilla de la niña mas tierna que conocí ese día, y... ''-¡Hola preciosa! Me encantaría orar por ti. ¿Me dejas? -¡Si! ― dijo con tanta emoción, como si le estaba ofreciendo el caramelo mas delicioso del mundo. -¡Esta bien! ―sonreí― yo se que mi amigo Jesus te puede sanar ―tome sus manitos y comencé a orar.''


Estaba orando y ella quería repetir lo que yo decía, se le dificultó tanto que decidió orar por su cuenta. Cuando me percate de eso, guarde silencio y decidí escuchar. Y con su dulce voz decía esto: ''-Jesús yo se que tu puedes sanarme. ¡Por favor sáname! Quiero regresar al kinder. Quiero jugar con mis amigos y quiero ver a mi maestra favorita. ¡Por favor Jesús yo se que puedes sanarme!''

Los ojos se me cristalizaron. A lo que solo pude decir: ''Señor, es la oración más sincera que vas a escuchar, haz de acuerdo a su petición.'' Dijimos ''Amén''; y me abrazó. Por lo general siempre soy yo la que da algo, pero en esa sala de hospital, esa niña, con su oración y su abrazo; me dio algo: FE.

>>¡Quién no ha tenido crisis de fe! A veces hasta en cosas pequeñas, nos cuesta trabajo creerle a Dios. Surgen los ''¿y será que El podrá hacer esto?'' o ''¿de verdad podrá sanarme?'', a lo que El te responde esto: ''―¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.'' - Marcos 9:23, NVI.


Dios constantemente esta haciendo cosas a tu alrededor para que creas en El. Incluso utilizar una pequeña niña para darte lecciones de fe...


¡Activa tu fe!

¡Te bendigo y te abrazo!

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