¡Bendita Gracia!
- Lii.
- 29 mar 2018
- 2 Min. de lectura
¿Sabias que la palabra ''gracia'' es tan única como su significado en el cristianismo? Te cuento el por qué: investigando un poco, pude darme cuenta que cuando comenzaron a realizar las traducciones de la Biblia, los traductores no podían encontrar una palabra exacta, en dichos idiomas y dialectos, que lograra interpretar lo que GRACIA significa según la Biblia.
Cuando te hablo de GRACIA, me refiero al Poder de Dios, para perdonarnos sin merecerlo. Pareciera imposible de creer ―¿no es así?― estamos acostumbrados a pensar ''yo debo hacer algo para que Dios me perdone''. Pero no funciona así. Dios a través de su Hijo Jesús ―quien es la esencia de esa gracia que camino en esta tierra― nos envió un mensaje claro: ''Quiero perdonarte. Y te perdono por gracia.'' Efesios 2:4-5, NVI, Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!''. Entiende esto: No existe algo tan bueno que puedas hacer para merecerla; ni algo tan malo que hayas hecho para no merecerla.
Esto se pone mejor: cada día, respiramos esa GRACIA. Esto quiere decir, que para todos ―sin excepción alguna― esta disponible. Podrías estar en la condición mas oscura o sucia de tu vida, y aun así Su Gracia puede perdonarte. Es que no tiene fecha de caducidad ―al igual que Su amor y Su misericordia, ''Lamentaciones 3:22-23,...sus misericordias; nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.''
¿Sera entonces, que puedes hacer lo que quieras de tu vida porque existe esa gracia que te perdona? ¡Imposible! Ella nos libera del pecado, produce en nosotros ser mejores. Cuando reincides en un pecado, eso significa que te controla a ti, por lo tanto eres esclavo de él. Necesitas una genuina relación con Dios, para que a través de Su Gracia ocurra una transformación en tu vida: un antes y un después. Nadie que se ha encontrado con Su Gracia sigue siendo igual, sino MEJOR.
''Romanos 8:3-4, TLA, Dios ha hecho lo que la ley de Moisés no era capaz de hacer, ni podría haber hecho, porque nadie puede controlar sus deseos de hacer lo malo. Dios envió a su propio Hijo, y lo envió tan débil como nosotros, los pecadores. Lo envió para que muriera por nuestros pecados. Así, por medio de él, Dios destruyó al pecado. Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justos mandamientos de la ley, con la ayuda del Espíritu Santo.''
¡Uff!...¿Lo ves? Somos perdonados para ser mejores. Y así extender a otros ―a través de Jesús― la misma gracia con que El nos abrazó.
¡Te bendigo y que Su GRACIA te abrace hoy!
Comments