Ciclos.
- Lii.
- 12 ene 2018
- 2 Min. de lectura
Te prometo que esta no será una clase de biología. Y es que por lo general cuando hablamos de ciclos nuestros pensamientos relacionan esta palabra con nuestro entorno y la naturaleza. De hecho existen varios ciclos, uno de los mas conocidos es el del agua, están las estaciones del año, el ciclo sexual femenino, el ciclo circadiano o del sueño y muchos mas. Pero también están los ciclos de vida personal, en donde todos, muchas veces sin darnos cuenta estamos atravesándolos. Este es al que quiero darle importancia hoy. Sabes, todos estos ciclos tienen una cosa en común: una vez finalizan, vuelven a empezar. Entonces, quiero que te hagas estas preguntas: ¿Cuántas veces has estado repitiendo la misma historia en tu vida? ¿los mismos errores? ¿las mismas crisis? ¿el mismo tipo de personas te han herido? ¿las mismas tentaciones te han hecho caer? ¿las mismas circunstancias te desaniman en tu caminar con Dios? en otras palabras ¿Qué es eso que has estado repitiendo una y otra vez en tu vida, que una vez crees que terminaste con eso, vuelves a iniciar donde te quedaste? ¿te sientes estancado? bueno, te tengo noticias: estas viviendo en un ciclo.
Muchos llegamos a depender de un ciclo y solo pensar en romperlo nos asusta. Incluso si ese ciclo nos causa un daño. Y es porque el ser humano tiene la terrible manía de acomodarse. Prefieren soportar el repetir la historia con algo o alguien hasta que llegan al punto de romperse ellos mismos. Nos cuesta entender, que al único que le hace feliz que nos encontremos lidiando con esto es al enemigo y que Dios no nos diseñó para eso. No estas diseñado para vivir en un ciclo o en tu pasado, Dios siempre hace cosas nuevas en nosotros.
Dios te dice esto hoy a través de Isaias 43:18-19, DHH: «No recuerdes ni pienses más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer algo «nuevo», y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en «tu» desierto y haré brotar ríos en «tu» tierra seca.'' Cuando vives en un ciclo, estas dentro de tu propio desierto y tierra seca; porque te estancas en el pasado y en lo que has repetido una y otra vez. Entonces, no avanzas. Pero Dios es fiel. Te hace la promesa de que ya esta haciendo algo nuevo y que no hay desierto ni tierra seca que le impidan a El hacer lo que quiere hacer contigo. Así que... ¿Qué esperas? ¡Deja de romperte y rompe esos ciclos de una vez por todas!
¡Te bendigo y te abrazo!

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