Enmudece...
- Lii.
- 29 dic 2017
- 2 Min. de lectura
¿Qué harías si un día te encuentras dentro de una corte y se te estuviera acusando de algo que al parecer hiciste y tu abogado defensor te dice que lo mejor que puedes hacer es mantenerte en silencio y que no te defiendas aunque te den la única oportunidad de contar la version de tu historia y así librarte de una condena? ¿le tomarías el consejo a tu abogado? o ¿harías hasta lo imposible para demostrar tu inocencia? No te sientas mal, yo también pensé en desobedecer a mi abogado. Esta semana medité en Isaías capitulo 53. Y Dios me hizo recordar todos los momentos donde me ha enseñado a enmudecer o callar ante una oportunidad de defensa. Créeme estas lecciones no son tan sencillas de pasar aprobadas, pero tampoco son imposibles. Mira el verso 7, NVI: Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero, fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.'' La primera vez Dios quiso darme mi primer lección de aprendizaje me llevó a leer este verso. Yo me sentí impotente, porque lo primero que uno quiere hacer cuando escuchas que alguien te acusa de algo o alguien te cuenta lo que están hablando mal de ti o quizás sucede un problema y solo tu pareces el culpable; sólo quieres defenderte y contar tu version de la historia. Pero al leer esto, Dios me estaba diciendo lo contrario. De hecho ÉL nos pide que seamos como ese cordero que va al matadero y como esa oveja que enmudece ante su trasquilador en medio de una acusación en tu contra. Y ya se que estas pensando, ''esto es una locura'' ''¿por qué Dios nos pediría algo así?'' bueno la respuesta es simple: Él quiere ser tu abogado defensor.
Cuando tratas de resolver las cosas por tu propia mano, corres todo el riesgo de empeorarlo. Y Dios sabe eso. Además que el acusador contra quien te enfrentas, no son las personas que están hablando mal de ti o que te están haciendo ver como el culpable de ese problema, sino contra el acosador #1 ''Apocalipsis 12:10, NVI: «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador (el diablo) de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.'' y lo mejor de todo es que nuestro Dios a través de Jesus enmudeciendo en la cruz obtuvo esa autoridad para vencerlo. ¿Quién lo diría, que al callar y no defenderte es como obtienes una victoria?
Yo se que se siente que nadie escuche la version de tu historia. Pero no importa si alguien humano no la escucha, lo importante es que ya fue escuchada por tu abogado defensor: Dios. Enmudece. Permítele que sea El, que en Su tiempo, a Su manera y en Su voluntad perfecta sea quien hable por ti.

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