Vuelve al lugar donde te estancaste.

Soy una persona a la que le apasiona viajar. He conocido muchos de nuestros países vecinos y de mi país. Y de vez en cuando, al encontrar un lugar que me gustó mucho, siempre quiero volver a visitarlo. Creo que a todo viajero apasionado le pasa igual. Lástima que en los asuntitos de la vida no sea igual. Por supuesto nos gustaría volver a visitar esos momentos donde reímos a carcajadas, quizás también regresar a los lugares que nos hicieron llorar de felicidad o volver a ver a esas personas que con su simple existencia nos hicieron creer que el amor y la amistad existen. ¿Quién no quisiera regresar a eso en su vida?. Ahora bien, cuando se trata de lo contrario, como volver a los momentos donde lloraste de profundo dolor, quizás a los lugares donde cometiste errores que tuvieron consecuencias terribles o volver a ver las personas que te causaron daño; preferimos huir, ''¿volver a eso? ¡Jamás!''. Creemos que al huir, y dejar atrás esas partes de nuestras vidas, estaremos bien y saldremos adelante como si nada pasó. ¡Un completo error! dejar algo atrás sin resolver, es dejar una parte de ti estancada en tu pasado.

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En la biblia encuentro varios ejemplos del interés que tiene Dios, de llevarnos a resolver los asuntitos ''sin resolver'' que tenemos. José es el claro ejemplo de que Dios quiere que resolvamos con las personas que nos hirieron. Dios no tuvo que llevar a José al lugar donde ocurrió el problema (Gen. 37:28, Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos (sus hermanos) a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.), Dios lleva a los hermanos a Egipto (donde ellos lo vendieron) para resolver el problema con José. Por supuesto durante todo ese tiempo que pasó (pasaron años), Dios usó todos los procesos para preparar el corazón de José para cuando ese encuentro ocurriera él estuviera listo (Gen. 45:15, Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.) Hoy quizás tu eres un ''José'', hay personas en tu pasado que te hirieron demasiado y hasta te traicionaron; y a raíz de eso hoy eres mas fuerte, lograste seguir con tu vida y aparentemente todo esta bien al igual que José como gobernador en Egipto, déjame decirte que Dios moverá las piezas, los tiempos y las formas para que te encuentren esas personas y tu tengas la oportunidad de cancelar sus deudas contigo con tu perdón. Dios te usará para liberarlos del peso de culpa que han cargado por haberte herido. Pero tú, serás la persona más beneficiada en esto.

¡Veamos al segundo! Moisés es el ejemplo de que Dios quiere llevarnos al lugar del que huimos para resolver lo que creímos dejar en el pasado. En Éxodo 2:11-15, encuentras a Moisés matando a un egipcio, él trata de encubrir lo que hizo, pero Faraón se da cuenta y busca matarlo. Y fue cuando Moisés decide huir. Lo que él no se esperaba es que Dios tenia planeado usar esa situación para encontrarle. Me impresiona que Dios hace las cosas que menos esperamos. Y en Éxodo 3:10 le dice: Así que dispónte a partir. Voy a enviarte al faraón para que saques de Egipto a los israelitas, que son mi pueblo. En otras palabras Dios le estaba diciendo ''vas a regresar al lugar de donde estas huyendo y serás el libertador''. ¡Agh! las cosas que nos pide Dios. Tal vez tu eres un ''Moises'', y has creído que puedes huir de tu pasado, de los errores que cometiste, de las personas que heriste y que puedes continuar tu vida olvidando eso que dejaste atrás. Eso te estanca. A Dios no le funcionas así. Sí quiere usarte como libertador, primero debe tenerte libre. Y por esa razón no podrás vivir escapando toda tu vida. Llegará ese momento en que deberás enfrentarte a lo que tanto has huido. Porque Dios también sana, al llevarte ya sea al lugar, a las personas o a los momentos donde te estancaste.

Seas un José o un Moisés, necesitaras la dirección de Dios, no hagas nada por tu propia mano o por tus emociones. Cuando Dios te guía, entonces El respalda el proceso.

¡Te bendigo y te abrazo!